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Bandera confederada, símbolo de discordia en EU

Considerada un símbolo de racismo, el uso de la bandera confederada en Estados Unidos ha generado un debate, luego de que el jefe del Pentágono, Mark Esper, prohibió su uso oficial; sin embargo, el presidente Donald Trump la defendió bajo el argumento de que es un motivo de orgullo para la gente que ama el sur del país.
“Cuando la gente tiene con orgullo sus banderas confederadas no están hablando de racismo. Ellos aman su bandera, que representa el sur. Les gusta el sur. Digo que es la libertad de muchas cosas, pero es la libertad de expresión”.
En un mensaje dirigido a todos los oficiales de las fuerzas armadas de Estados Unidos, el Departamento de Defensa difundió una lista de banderas autorizadas en bases, a bordo de buques de guerra, oficinas o salas de conferencias y en todos los espacios alquilados por el ministerio fuera de sus dependencias en la que no figura esa bandera.
Desde mayo pasado, el homidicio del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco durante su arresto, en las fuerzas armadas, una de las instituciones con mayor representación de minorías, se abrió un intenso debate interno sobre el racismo.
El diario The Washington Post dio a conocer extractos de un memorando enviado por Esper en el que señala que las banderas que se enarbolen en las instalaciones castrenses «deben estar de acuerdo con los imperativos militares de buen orden y disciplina, tratando a nuestra gente con dignidad y respeto y rechazando los símbolos divisivos.
«Las banderas son símbolos poderosos, particularmente en la comunidad militar, para quienes las banderas encarnan una misión común, historias comunes y el vínculo especial e intemporal de los guerreros», señaló Esper en el documento.
La bandera confederada, una cruz azul sobre fondo rojo, decorada con 13 estrellas blancas que simbolizan los estados del sur que se opusieron a la abolición de la esclavitud enfrentando al Norte durante la Guerra Civil (1861-1865), está excluida de la lista de banderas autorizadas.
Esta bandera es exhibida por algunos blancos en señal de orgullo a su herencia histórica y regional, aunque para la mayoría de los afroamericanos simboliza el racismo y la esclavitud, como los seguidores del Ku Klux Klan.
En tanto, Trump amenazó con vetar un proyecto de ley de gastos de defensa si incluye una disposición para eliminar los nombres de los líderes confederados de las bases militares estadounidenses.
«No me importa lo que digan los militares. Se supone que debo tomar la decisión Fort Bragg es un gran problema. Ganamos dos guerras mundiales, nadie conoce al general Bragg. Ganamos dos guerras mundiales».
La Ley de Autorización de Defensa Nacional reserva un millón de dólares para cambiar los nombres de 10 bases que llevan el nombre de soldados confederados, además de un aumento salarial para los miembros del ejército que Trump dijo que aún obtendrían.

Controversia
La National Association for Stock Car Auto Racing (Nascar) anunció recientemente que prohibiría la bandera confederada en sus carreras y Mississippi votó para eliminar el emblema de batalla confederado de su bandera estatal.
El 11 de julio, simpatizantes de la confederación defendieron el uso de la bandera y los monumentos durante una manifestación, en Carolina del Norte.
Sus partidarios arguyen que la bandera representa un legado histórico sobre el patrimonio y la cultura del sur de la nación, que junto con las bases militares que llevan el nombre de los generales confederados y las estatuas que los honran, sirven como monumentos a las víctimas de la Guerra Civil.
Sin embargo, ese argumento es rechazado por sus críticos, que comparan incluso la utilización de la bandera confederada en Estados Unidos, como si en Alemania se defendiera la exhibición de la bandera Nazi.
El Ku Klux Klan, fundado en el siglo XIX y conocido por sus actos de violencia contra afroamericanos, utilizó activamente esa bandera, que en la actualidad sigue siendo usada como símbolo de la supremacía blanca.
Tras el arresto de Dylann Roof, acusado de matar a nueve feligreses negros en una iglesia de Carolina del Sur en junio 18, imágenes del sospechoso enarbolando una bandera confederada y empuñando una pistola surgieron en un sitio internet de supremacía blanca.
Lo que ha sido tildado de un crimen de odio más las fotos de Roof con lo que muchos interpretan como símbolos del racismo y la esclavitud en Estados Unidos, generaron marchas y llamados para que la bandera confederada se prohíba del todo en el país.

Símbolo del Sur
La bandera, identificada con los estados sureños que combatieron en la Guerra Civil contra la abolición de la esclavitud, todavía ondea cerca de los edificios de gobierno en Carolina del Sur.
También se ve frecuentemente en sendos establecimientos de los estados «rebeldes» que fracasaron en su intento de secesión de la Unión americana, o estampada en los autos, ventanas y ropa de los ciudadanos oriundos de esos lugares.
La primera atribución de la bandera confederada fue en el sur del país, con estados como Alabama, Kentucky, Louisiana, Tennessee y Carolina del Sur, entre otros, que se consideraron como una nación no reconocida y que lucharon por separarse de Estados Unidos.
La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, pidió a la legislatura de su estado que retire la bandera confederada de los terrenos del capitolio de la ciudad de Columbia.
El lábaro fue izado por los estados separatistas, que defendieron la continuación de la esclavitud y que perdieron la Guerra Civil o Guerra de Secesión ocurrida entre 1861 y 1865 frente a los unionistas. Por eso, este símbolo se identifica con un pasado relacionado con el racismo.
En abril de 2015, se cumplió siglo y medio de la firma de la paz entre los comandantes de las fuerzas vencedoras del Norte, general Ulises Grant, y el de las derrotadas del Sur, Robert E. Lee, en una pequeña casa del telégrafo de la localidad de Appomattox, localidad de Virginia ubicada a unos 250 kilómetros al suroeste Washington DC.

Polémico emblema
El emblema del Sur, sigue teniendo una fuerte una carga política: no pasa una semana sin que su aparición cause malestar.
En el estado de Virginia hace meses estalló y no ha dejado de arder una disputa por la propuesta de enarbolar una enorme bandera confederada en una importante carretera a la salida de la capital, Richmond.
Los planes del grupo Virginia Flaggers han atraido considerables críticas de quienes la consideran como un símbolo de odio.
«No es cierto», afirma Barry Isenhour, miembro de Virginia Flaggers, quien sostiene que realmente rinde honor a los soldados confederados que dieron sus vidas.
Para él, la guerra no era principalmente sobre la esclavitud sino contra los impuestos excesivos. Además puntualiza que muchos sureños aborrecían la esclavitud.
Otros discrepan enérgicamente con su análisis. Los afroestadounidenses, especialmente los mayores, se trauman cuando ven la bandera, asegura Salim Khalfani, quien ha vivido en Richmond casi 40 años y piensa que se corre el riesgo de que la ciudad luzca como un lugar atrasado que sigue peleando la Guerra Civil.
Cuando la autora afroestadounidense Clenora Hudson-Weens vio gente ondeando las banderas en las calles de Memphis hace unas semanas, «simplemente les dije que estábamos en 2013 y me sonrieron. Personalmente creo en algunas tradiciones, pero ésta es demasiado opresiva para los negros. No me enorgullecería ondear una bandera que representa el racismo y la negatividad».

Cómo nació la bandera
La primera bandera nacional de la Confederación fue la «Barras y Estrellas» (izquierda) en 1861, pero causó confusión en el campo de batalla y rencor fuera de él.
«Todos quieren una nueva bandera confederada», escribió George Bagby, editor del Southern Literary Messenger. «La actual es odiada universalmente. Se parece a la bandera yanqui y eso es suficiente para hacerla indescriptiblemente detestable».
Su reemplazo fue apodada «El Emblema Impoluto» (centro) e incorporaba la bandera de batalla del general Lee, diseñada por William Porcher Mills.
Una tercera bandera nacional, apodada «manchada de sangre» (derecha) fue adoptada en 1865, pero no se confeccionaron muchas.
Después de la guerra, no siguió vigente ninguna de las banderas nacionales, sino la de batalla.
Muchos estadounidenses están familiarizados con los argumentos de ambas partes, pero tal vez no con los complicados orígenes de la bandera.
La bandera que se ve hoy en casas, calcomanías y camisetas -a veces acompañada de las palabras «Si esta camiseta le ofende, necesita una lección de historia»- no es y nunca fue la bandera oficial de la Confederación.
El diseño de William Porcher Miles, quien presidía el comité de la bandera, fue rechazado como bandera nacional en 1861, en favor de la «Barras y Estrellas».
Fue adoptada como bandera de batalla por el Ejército de Virginia del Norte bajo el general Lee, la fuerza militar más grande de la Confederación.
Rápidamente se convirtió en un símbolo tan potente del nacionalismo confederado, que en 1863 se incorporó al siguiente diseño de la bandera nacional, que reemplazó a la odiada «Barras y Estrellas».
Cuando la Confederación debatía la adopción de una nueva bandera en Richmond en 1862, estaba claro que sería un símbolo de la supremacía blanca y una sociedad dominada por la esclavitud.
Después de la guerra, la bandera se usó primordialmente con propósitos conmemorativos y en reuniones de soldados, pero desde la perspectiva de los afroestadounidenses, la historia y el legado que ven es de odio, represión y supremacía blanca.
La bandera no era un símbolo importante hasta que el movimiento por los Derechos Civiles comenzó a tomar forma en la década de 1950, puntualiza Bill Ferris, director fundador del Centro para el Estudio de la Cultura Sureña en la Universidad de Misisipi. Era una bandera de batalla relegada a la historia, pero el Ku Klux Klan y otros defensores de la segregación la convirtieron en símbolo. (Con información de agencias y la BBC)

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